Las enfermedades hepáticas crónicas, como la cirrosis, la hepatitis B y C, y la enfermedad del hígado graso no alcohólico (EHGNA), son afecciones que pueden llevar a complicaciones graves, incluida la insuficiencia hepática y el cáncer de hígado. Un enfoque integral en el diagnóstico y tratamiento es esencial para controlar la progresión de estas enfermedades y mejorar la calidad de vida de los pacientes. El diagnóstico temprano es crucial para el manejo de las enfermedades hepáticas crónicas. Pruebas como la función hepática, la ecografía del hígado y las biopsias hepáticas son fundamentales para evaluar el estado del hígado y planificar el tratamiento adecuado. En el caso de las hepatitis virales, las pruebas de carga viral y genotipificación ayudan a guiar el tratamiento antiviral, que puede incluir medicamentos como los interferones y los antivirales de acción directa. El manejo de la cirrosis, una complicación avanzada de la enfermedad hepática, requiere un enfoque multidisciplinario. Los pacientes con cirrosis deben ser monitoreados regularmente para detectar complicaciones como la hipertensión portal, las varices esofágicas y la encefalopatía hepática. El tratamiento puede incluir el uso de betabloqueadores, diuréticos y procedimientos endoscópicos para controlar las complicaciones. En casos graves, el trasplante de hígado puede ser necesario. La enfermedad del hígado graso no alcohólico (EHGNA) es otra condición hepática crónica que está aumentando en prevalencia debido a la obesidad y el síndrome metabólico. El tratamiento de la EHGNA se centra en la modificación del estilo de vida, incluida la pérdida de peso, la dieta baja en grasas saturadas y el aumento de la actividad física. En algunos casos, pueden ser necesarios medicamentos para controlar las comorbilidades, como la diabetes y la dislipidemia, que contribuyen a la progresión de la EHGNA. En Ramazzini, nos especializamos en el manejo integral de enfermedades hepáticas crónicas. Nuestro equipo de hepatólogos, nutricionistas y otros especialistas trabajan en conjunto para desarrollar planes de tratamiento personalizados que aborden tanto la causa subyacente de la enfermedad como sus complicaciones. A través de un enfoque coordinado y un seguimiento regular, ayudamos a nuestros pacientes a manejar su enfermedad hepática y a mejorar su calidad de vida.