La hepatitis es una inflamación del hígado que puede ser causada por infecciones virales, consumo excesivo de alcohol, medicamentos o enfermedades autoinmunes. Según su origen, se clasifica en diferentes tipos, siendo los más comunes la hepatitis A, B y C. Comprender sus síntomas y adoptar medidas preventivas es esencial para proteger la salud hepática. Se transmite principalmente a través del consumo de alimentos o agua contaminados. En cambio, la hepatitis B y C se adquieren por contacto con fluidos corporales infectados, como sangre o semen. Ambas pueden convertirse en enfermedades crónicas si no se tratan adecuadamente. La vacunación contra la hepatitis A y B es una de las medidas más efectivas, y en Ramazzini promovemos su aplicación para reducir riesgos. Los síntomas iniciales suelen incluir fatiga, fiebre, náuseas y piel amarillenta (ictericia). Sin embargo, en muchos casos, la hepatitis puede ser asintomática hasta que el daño al hígado es significativo. Por ello, la realización de pruebas diagnósticas es crucial para detectar la enfermedad a tiempo. La prevención incluye medidas como el uso de equipos estériles en procedimientos médicos, consumo de agua segura y prácticas sexuales responsables. Además, evitar el consumo excesivo de alcohol y mantener una dieta equilibrada puede proteger el hígado de daños adicionales. La hepatitis es una enfermedad seria, pero prevenible y tratable si se detecta a tiempo. La educación y la concienciación son fundamentales para reducir su impacto y proteger la salud hepática de la población.